¿Qué haría Virginia con una castaña necia?
Sobre un trozo de tierra se estiraría encima
de ella para abrirla y que mostrara el fruto deseado, que constantemente tenía
en sus sueños.
Regresó a Benarés y se encontró con un
psicólogo que huyó de su país de hierro oxidado por un invierno que duró
demasiado:
“Un misterio inexpugnable encima de la tierra,
un gran trozo de mermelada en un cruce de caminos, un sueño más; en un fondo de
algas verdes entre pálidas y oscuras perlas querría encontrarlo.
Quiso ser la heroína de un viaje al norte y
ser inmortal para encontrar el fruto soñado.
Se ordenaría monja budista junto con un
príncipe dragón hasta llegar al emperador de los reinos celestiales y volver a
salir de la piedra inmortal del Caos y ser consciente del vacío combatiendo
contra el cielo y la tierra.”
Lo que encontró fue una nube detrás de un
punto rojo perdiéndose en un impetuoso conducto vegetal que se conoce en las
inaccesibles y buenas personas, medicina de almíbar de una castaña necia.
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